Dia 4: Día sin fin

Ale y Tou

Hoy voy a intentar relatar lo sucedido en este día, que creerme que no tiene ni precio ni sentido. Este día nos levantamos sobre las 8 de la mañana y fuimos a desayunar... pa que¡¡¡, cogemos tostadas y cereales, los ponemos sobre la mesa, nos sentamos y Ale se apoya sobre la mesa. el desastre estaba escrito. Cereales derramados, tostadas sobre el café y un camarero puteado.

Hoy tenemos que ir a ver a Javi (quien nos enseñara la casa que concretamos el día anterior), pero como no hemos quedado con el hasta las 6 de la tarde decidimos ir al centro de Londres a hacer un poco de turismo. Visitamos picadilly Circus y el palacio de buckingham, dimos una vuelta por la zona y el parque de alrededor del palacio.

Mientras visitábamos los mencionado lugares, fue visionado un hombre con estilo propio, llevaba un cigarro con bastoncillo, un pai-pai y un moño rubio.

Tras nuestra pequeña visita decidimos ir a Manor House a comer, donde quedaríamos con Javi en un par de horas. Tras comer y descansar un poco en un parque nos encontramos con Javi y tres chavales masen la misma situación que nosotros (Raúl, Sergio y Miguel). Voy a explicar todo lo sucedido de manera escueta, ya que puede ser realmente largo. Este chaval nos monta un teatro nada mas llegar, en voz bastante alta hablando por teléfono con la dueña de la casa. Tras un tiempo quedamos con la casera, y nos llevaban ver una casa que tiene cerca. Solo decir que era un truño de casa, cara y mala. Después de ello, y sin saber como se añaden dos mujeres mas, que podemos decir que parecían ir de coca hasta las cejas, y nos vamos todos junto cuan excursión se tratase a ver otra casa mas, la cual nos la venden como un palacio con 4 CUARTOS DE BAÑO¡¡¡¡¡, y cuando llegamos, nos dicen que esa es la casa, pero que no la podemos ver hasta el lunes (día en que empezaríamos a pagar). Esto fue la gota que colmo el vaso de nuestra confianza (muy escasa desde el primer momento), no nos querían hacer contrato, que había que pagar fianza y dos semanas de hospedaje, que era un palacio y una casa que no deberíamos dejar escapar. Todo ello, hizo que los 3 chavales y nosotros dudásemos seriamente de todo lo que sucedía.

Después de estar todo el día en la calle dando vueltas y viendo teatros de vendedores... decidimos volver a casa, pero antes parar a beber algo. Nos metemos en un chino y por mucho que dijésemos que solo queríamos beber algo no paraban de preguntarnos que queríamos de comer.

Como el día no había sido ya suficientemente largo, en el metro nos encontramos un teléfono móvil, y como buenas personas que somos llamamos desde el móvil para encontrar a su dueño. Tras localizarlo le dejamos su móvil en una parada que no era la nuestra en información para que lo puedan recoger. Retomamos nuestro camino y regresamos al hotel.

Parece que el día no había dado lo suficiente, y sucedió algo un poco vergonzante (si, aun mas). Estábamos en el hall del hotel, y había un grupo de niñas españolas por ahí, hablando con nosotros y eso (todo normal, no penséis mal desgraciados). Vemos que nos piden cambio para la máquina de helados, pero no tenemos y en el bar del hotel tampoco. Al rato estando solos Ale y yo (enviamos a Nano a por patatas a la habitación), nos levantamos y fuimos a la máquina a ver que había de comer, y vemos que hay 2 helado en el mismo hueco, es decir, sacando un helado disfrutamos de dos. Obviamente sacamos los helados, y acto seguido comprendimos que las niñas habían puesto tanto interés en conseguir cambio para la máquina para obtener los 2 helados, los mismo 2 helados que les acabamos de quitar. Al rato aparecen con cambio y ven que no quedan sus queridos helados 2x1, y ven que Ale y yo nos los estamos comiendo, a todo esto nos da una risa incontrolable y totalmente ruidosa, y empezamos a reír a carcajadas en toda su cara mientras nos comíamos el helado. En nuestra defensa diré que no era nuestra intención, pero no podíamos contenernos, y cada vez nos reíamos mas. Las niñas no volvieron a hablarnos...

Después de ello, parecía que ya era hora de dormir, que nada mas podía pasar, cuando de repente aparece Abdul, el colega de seguridad que nos empieza a hablar de economía, job centre y a saber que mas. Eran las 2 de la mañana, llevaba mas de una hora hablando (un monólogo) y teníamos los ojos completamente petados. Aprovechamos un momento el el que el hombre tuvo que hacer algo de trabajo para irnos a la habitación, huyendo como podíamos. (hay que decir que este hombre nos ha ayudado mucho, y ha sido muy amable con nosotros).

Para ir culminando solo decir que nos quedan dos noches de hotel, y que si no encontramos nada a saber donde dormimos... estrés mágico que es contrarrestado riendo mientras recordamos el día vivido entre los encocaos, los helado, el desayuno y la charla de economía.

Ahhhh, que se me olvidaba añadir que Nano aun no ha ido al servicio desde que llegamos... Ale y yo llevamos ya cuatro, es decir, un 4 a cero a Nano cada uno.