miércoles, 21 de julio de 2010

Día 11: Así sí

Nano, Marta, Jordi, Pablo, Ale, Joaquín, Tou y Manu

Hoy es mi primer día de trabajo, y como debe ser, me levanto con bastante tiempo para poder desayunar y empezar a trabajar. Trás el desayuno, busco a mi jefe y le pregunto que debo hacer. Pues lo dicho anteriormente, es un trabajo que consiste en hacer un poco de todo, no es un hotel, pero hay que mantenerlo decente. Durante el día de hoy estoy con Camilo, que es quien me muestra todo el hostel y como es el trabajo. No recuerdo muy bien que paso esta tarde, quizás se debiera a lo sucedido por la noche, y es que al fin empezamos a liarla un poco.

Esta noche estuvimos en un pub llamado enterprise (hacer todas las bromas sobre start trek si quereis) donde nos tomamos algunas pintas cada uno y donde estuvimos todos hablando. A medida que bebíamos y nos animábamos la noche iba mejorando, y después nos fuimos a otro pub llamado monarch, donde paso lo esperado. Un pub hasta arriba de gente borracha, donde los empujones y demás contacto eran continuos. Y claro, nosotros nos unimos a la marcha. Hay que aclarar que aunque yo mida mas de 1,90, aquí soy un tío bastante normalito, por lo que aguantar los empujones me era mas difícil de lo habitual, hasta que de repente vimos a un ser, de un tamaño totalmente desconocido para mi, se trataba de un tio, que no era el mas alto que había visto en mi vida, pero si superaba los 2,05 metros, pero tenía unos brazos que sin exagerar podían ser del tamaño de mi pierna. Solo decir que trás ver a ese tio Ale y yo empezamos a hablar con el, para que se hiciera una foto con nosotros, y el tio muy amable acepto. Alargo sus brazos, nos rodeo a Ale y a mi, y nos levanto a los 2 a la vez cual 2 bailarinas de 40 kilos.



Con este ser tan enorme, estaban otros varios que seguían siendo el doble que nosotros al menos, y sucedió una de las imágenes mas graciosas de toda la noche, y es que estando en el pub empezó a sonar la canción de dirty dancing, y estos seres no tuvieron mejor idea que saltar uno sobre otro rememorando la escena en la que la chica es agarrada por la cintura y levantada por encima de la cabeza del chico. Creerme, ver a tios del tamaño de armarios agarrándose y levantándose como en la película no tenía precio.


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