lunes, 2 de agosto de 2010

Día 24: Un viernes cualquiera... con Pablo

Adrián, Sergio, Nano, Pablo, Ale y Laia

Al fin es viernes, lo que significa que no curro, por lo cual ¿aprovecho para hacer turismo?, NO¡¡¡¡, a sobar que estoy reventado. Por ello me levanto a la una de la tarde, me ducho, como algo y me duermo la siesta, a ver si ibais a pensar que por dormir 8 horas iba a tener bastante.

Como ya he adelantado el día de hoy para mi consiste en dormir y descansar, pero claro, uno es débil y acaba enredándose.

Esta noche iríamos toda la tropa a Steel, donde una pintas después cerraría. Como todavía era pronto ya que serían las 12 de la noche, decidimos unos cuantos que lo mas adecuado a la situación sería ir al Monarch, y como sabios que somos eso fue lo que hicimos parte del grupo que fuimos al Steel.

Pablo y un tío que se lo pasaba de puta madre

Allí en el Monarch entramos con Pablo, Sergi y Rubén, que uniéndose a nosotros o nosotros a ellos volvíamos a ser un grupo bastante grande. Esta noche pues vimos cosas bastante llamativas, y porque no decirlo, extrañas y sorprendentes. Pudimos ver como Pablo sobre la tarima del pub se puso a hacer flexiones como un loco, a un tío con una guitarra de plástico inflable, que como no acabaría dándole una a Pablo, y al dj con una peluca algo llamativa. También había un tío subido a la tarima que se lo pasaba de puta madre el solo. Nosotros aunque es raro que seamos discretos, esta noche no la liamos en gran medida, ya que teniendo a Pablo los demás solo somos meros espectadores. un día de estos escribiremos Ale, Nano y yo un especial sobre Pablo, en el cual Ale quiere invertir, ya que dice que es un producto que se revaloriza con el tiempo.

Pablo deportista

Como detalle cervecil, decir que nos tomamos en el Monarch, bueno mejor dicho Nano, una birra Moretti, a lo que la mayoría direis que muy bien, que eso no es importante. Pero para nosotros nos trae algún recuerdo mas, ya que fue la cerveza la cual nos alimentó 7 años atrás en Italia. Realmente solo a mi y a quienes vinieron a ese viaje, pero Nano esta empapado de nuestras historias italianas, y ya es como si hubiese estado con nosotros.

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